jueves, 18 de agosto de 2016

¿Qué hace el mediador?


¿Qué hace el mediador?

Muchos de nosotros, mediadores, nos hemos encontrado frecuentemente en la necesidad de aclarar nuestro trabajo como asistentes en la resolución dialogada de los conflictos.  Una de las formas en que alguno de nosotros explicamos nuestra función es enumerando todo aquello que el facilitador deberá evitar hacer (si quiere hacer bien su trabajo) y explicamos, el mediador NO:

  • Psicoanaliza.
  • Juzga.
  • Ofrece y mucho menos impone la solución.
  • Aconseja.
  • Guía u orienta el proceso hacia una salida elegida en heteronomía.
  • Es un investigador de la "verdad" (inquisidor).
  • Recibe y valora pruebas.
  • Se asume como autoridad frente a los intervinientes.
  • Apremia a las partes a acordar " ya que en el juicio les puede ir muy mal".

Una vez que hemos eliminado estas nociones del imaginario de quien nos inquiere sobre el papel del mediador, en razón de que hemos ido en contra de sus congniciones respecto del trabajo que realizamos (Leon Festinger), muy seguramente escucharemos: "bueno, entonces ¿qué hace?"

¿Cuántas veces hemos contestado esta pregunta? (y las que faltan). El mediador, como tercero imparcial y neutral, asiste a las partes que se encuentran enfrentadas por una diferencia para que, en ejercicio de su autonomía, puedan intercambiar información en un ambiente confidencial, informal, y flexible, a efecto de que identifiquen y verifiquen los intereses y necesidades comunes e individuales que subyacen a sus respectivas posiciones, y para que, con base en esos intereses y necesidades, propongan y elijan las mejores opciones de arreglo, construyendo por sí mismos la solución a su conflicto. 

El mediador realiza esta labor de asistencia (en la comunicación, identificación de necesidades e intereses, propuesta y elección de opciones de solución, y confección del convenio u acuerdo) a través del uso de herramientas específicas de la comunicación, que ayudan a:

  • Crear un ambiente de colaboración.
  • Equilibrar a las partes.
  • Escuchar y entender la perspectiva del otro.
  • Eliminar etiquetas, amenazas, órdenes, culpas, y absolutos.
  • Separar a la persona del problema.
  • Hablar de lo que les gustaría sucediera en un enfoque altruista.
  • Enfocarse en necesidades e intereses.
  • Construir una salida multilateral y recíprocamente satisfactoria.

Las herramientas que aplicamos son variadas y requieren especialidad de conocimiento y práctica, y entrañan teorías de variadas disciplinas y enfoques de grandes como Rogers, Gordon, Satir, Bruner, Ury, Folger, Lederach, Bush, Cobb, Tapia, entre muchos otros.

¿Qué hace el mediador? hace mucho, ya que a diferencia del heterocomponedor, quien en la mayor parte de los casos recibe por escrito las propuestas fácticas, legales y probatorias de las partes, y cuenta con tiempo para meditar, componer y reescribir, el facilitador en mediación tiene que aplicar su conocimiento durante el tiempo que dure la sesión en vivo y en directo, sin aconsejar, minimizar, tranquilizar o, proponer qué hacer. 

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