¡La mediación está en peligro! - O el último canto del cisne.

"Recuerda que el viento eventualmente desgasta la piedra, 

porque la piedra sólo puede desmoronarse; 

el viento puede cambiar" 

— A.C. Crispin.

El cisne es uno de los animales más indescifrables del planeta, un ave estilizada, hermosa, de cuello estirado y movimiento estilizado, y que contrario a toda la maravilla que representa su ser,  deja mucho a deber en el campo de la estética sonora. El cisne no canta (con la salvedad de una especie que a lo mucho emite un nada placentero sonido gutural.)

Un momento excepcional existe en la vida silenciosa que lleva: cuando está a punto de morir, entonces rompe su mudez y ¡canta! 

En el mundo humano existe un fenómeno similar que tiene que ver con el rechazo de lo nuevo. La alarma y agitación ruidosa de quienes creen que pueden detener la inexorable marcha del tiempo y oponerse al surgimiento de otras formas de entender y hacer las cosas. El mecanismo mental de no aceptar nuevas cogniciones, nuevos actores, nuevos caminos, la muerte del status quo: La resistencia al cambio.

El diccionario de la Real Academia Española nos entrega, entre otras acepciones de resistencia, las siguientes: 

• Fuerza que en una máquina dificulta su movimiento y disminuye su efecto útil; 
• En el psicoanálisis, oposición del paciente a reconocer sus impulsos o motivaciones inconscientes.

En el mundo de los Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, específicamente en el de la mediación, recientemente se ha dejado escuchar el último canto del cisne, hay alarma y agitación porque las cosas ya no son como antes, quienes tuvieron preponderancia ya no la tienen más, ven en peligro sus prerrogativas e influencia y gritan: "¡La mediación está en peligro!"

Si creemos que todo tiempo pasado fue mejor, tal vez la mediación no terminará de consolidarse como garantía de acceso a la justicia, puesto que el síndrome o complejo de la edad de oro nos condenaría al estancamiento, amenazaría la democratización de los procedimientos autocompositivios (en cuanto a su uso y a su enseñanza), y significaría todas las desventajas que el monopolio significa al desarrollo de las comunidades.

Síndrome o complejo de la edad de oro en Midnight in Paris de Woody Allen.

Claro está, podemos voltear al pasado para buscar, como se hace con el derecho comparado, y encontrar soluciones a los retos de la actualidad, evitar cometer errores ya superados y seguir construyendo sobre los cimientos de experiencia empírica y científica, pero jamás para no avanzar, para anquilosarse o estancarse, y mucho menos para ir para atrás... ¿O usted qué opina?