lunes, 22 de agosto de 2016

El facilitador y la comunicación en culturas de alto contexto.


El facilitador y la comunicación en culturas de
alto contexto.

"Los significados están escondidos entre líneas, en las pausas, en el énfasis o la entonación, incluso en extraños sonidos y gestos..."

Esta frase, del libro Vecinos Distantes, es una observación (de muchas, muchísimas más) que me llamó poderosamente la atención. Su autor, Alan Riding,  retrata al Mexicano a través del lente de la historia, la psicología, la antropología, la política y la economía.  

En lo que concierne al lenguaje y la comunicación de los mexicanos, Riding señala que en él, los Mexicanos podemos esconder un sin fin de sutilezas, que contamos con palabras con una alta carga de significados diferentes y que las mismas, dependiendo del contexto, habrán de tener un valor distinto.

La comunicación y el lenguaje son fundamentales tratándose de mecanismos alternativos de solución de controversias tales como la mediación, la conciliación y la justicia restaurativa, y el facilitador habrá de prestar su atención completa. Es menester escuchar activamente (Rogers).

Empero, la escucha de los intervinientes representa un doble reto para el facilitador en culturas con las características comunicacionales tales como la Mexicana ya que, como bien señala Riding, el lenguaje que se emplea muchas veces es la principal arma de autodefensa del Mexicano, ya que ayuda a proteger las emociones y evitar el riesgo de comprometerse. 

En una cultura de alto contexto (entendiendo contexto como el entorno lingüístico del que depende el sentido de una palabra, frase o fragmento determinados), el facilitador debe realizar un esfuerzo consciente de atención no solamente al texto, sino a todo lo que le rodea: Quién lo dice, cómo lo dice, cuándo lo dice, en qué tono lo dice. Además habrá de sumar las señales que trasmitidas a través de: La vehemencia, el silencio, los gestos, la postura, la mirada, y un largo etcétera de indicadores contextuales que dan dimensión a lo dicho.

Para ilustrar este punto propongo un ejemplo sencillo, la palabra ahorita. Ahorita, que habría de significar en este momento o en el tiempo actual en todos los casos, puede, con el uso de una específica entonación o gesto, implicar futuro o pasado, o la idea de que algo no sucederá (¿Te vas a tardar mucho en regresar? ⎯ No, ahorita regreso.)

Por ello es importante que el facilitador ponga de sí su atención indivisa, no solo atendiendo a las palabras y su significado individual, sino estando atento a todos los demás indicadores que redimensionan los mensajes y les dan un sentido que incluso, en ocasiones,  es el contrario del que el simple texto expresa, ya que como bien lo subraya Alan Riding:

"A veces, las palabras elegidas pueden incluso contradecir el significado deseado..."

No cabe duda que la facilitación de la comunicación es un reto que se vuelve aún más complejo para los mediadores y conciliadores en culturas como la nuestra, por ello va mi doble reconocimiento por el trabajo profesional y completo que facilitadores de todo el país realizan diariamente, enfrentando exitosamente el reto de tender el puente de la comunicación entre lo dicho y lo no dicho, entre lo audible y lo inaudible, entre el texto y el contexto. Y si me lo permiten, ahorita regreso.

4 comentarios:

  1. El Mediador deberá tener la capacidad de análisis y reflexión para dirigir objetivamente el proceso de mediacion, ya que no solo es el contexto del lenguaje de los intervinientes, sino el propio, es decir cómo lo dicen ellos y como lo entiendo Yo Mediador? Tendría inicialmente conflicto consigo mismo a la hora de iniciar el proceso ya que le toca hacer un triple esfuerzo para descifrar a través de la aplicación de técnicas y herramientas lo que las partes quieren comunicar,para comprender el lenguaje, los gestos, los silencios, las distancias, las ausencias vertidas por los participantes, El es el garante de una comunicación efectiva., el Mediador está en una lucha e incertidumbre constante cuando dirige una mediación, simple y sencillamente por que la conducta del ser humano es compleja e impredecible.

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    1. Así es, la compleja labor del mediador es aún muy poco conocida y aún menos valorada. Gracias por compartir.

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